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El LPEH fue reconocido como repositorio oficial de bienes arqueológicos

Desde ahora, el Laboratorio de Paleoecología Humana está habilitado para custodiar bienes patrimoniales arqueológicos.

imagen El LPEH fue reconocido como repositorio oficial de bienes arqueológicos

Trabajando en Las Cuevas.

Las Autoridades de la Facultad felicitan al equipo del Laboratorio de Paleo-Ecología Humana (LPEH) por el reconocimiento como repositorio oficial de bienes arqueológicos. La relevancia de este reconocimiento radica en que ahora el LPEH y, por lo tanto, la FCEN, se encuentran habilitados para tener bajo su custodia bienes patrimoniales arqueológicos.

A partir de la resolución emitida por el Secretario de Cultura, el LPEH pasa a formar parte de la esfera de la Secretaría de Cultura y la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos.

Las razones por las que el reconocimiento es merecido y necesario son varias:

  1. Este laboratorio, bajo la dirección del Dr. Víctor Durán, agrupa al mayor equipo de arqueólogos, investigadores del CONICET, de la provincia de Mendoza.
  2. El laboratorio ya funcionaba como Repositorio Científico-Académico.
  3. Las Colecciones Arqueológicas del LPEH presentan la particularidad de contener una Colección Biológica de Referencia para estudios arqueozoológico.
  4. Ambas colecciones han traspasado el objetivo fundador y han adquirido importancia de carácter científica y patrimonial, no solo para investigadores locales sino también nacionales e internacionales.
  5. La FCEN destina un espacio para el depósito de estas colecciones, y miembros del LPEH ejecutan tareas de ampliación, curación, catalogación y repositorio definitivo, así como lelaboran protocolos de préstamos y estudio.

Las Colecciones Arqueológicas y la de Referencia constituyen bancos de datos, conceptualmente como son las bibliotecas o los centros de documentación. Ambas son consideradas patrimonio nacional y de interés para la humanidad, por ser fuente primaria de conocimiento y de información sobre nuestro pasado y nuestra biodiversidad. Por tal razón, resulta imprescindible protegerlas, mantenerlas y acrecentarlas, garantizando su permanencia en el tiempo.

 

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