Estudio y preservación del patrimonio paleontológico
Las piezas fueron rescatadas durante los trabajos de supervisión y monitoreo paleontológico realizados en las obras del proyecto minero Potasio Río Colorado, y luego trasladadas por la Empresa para su resguardo patrimonial, dando cumplimiento a la Ley de Patrimonio de la Provincia de Mendoza. El operativo de traslado estuvo a cargo del paleontólogo Bernardo González Riga (Profesor de la UNCuyo e Investigador del CONICET-IANIGLA). Estuvieron presentes autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo (Vicerrector, Ing. José Rodríguez y el Director del ICB, Dr. Manuel Tovar), el Vice Director de la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos del Gobierno de Mendoza (Arq. Edgardo Priori), profesionales de la empresa Potasio Río Colorado y de la Consultora ambiental Knight Piésold.
El Dr. González Riga, director técnico de los procedimientos de preservación de los restos fósiles durante los años que se desarrollaron las obras, detalló el proceso de rescate, el cual requiere una serie de etapas. Comprende estudios previos del terreno para determinar sectores de “alto potencial paleontológico”, donde existen probabilidades de hallar restos fósiles según diversos criterios científicos. Luego se realizan trabajos de supervisión y monitoreo de cada máquina excavadora, durante todo el día, a fin de detectar la presencia de fósiles y detener la obra en este punto para proceder a su rescate, mediante un equipo profesional especial. Esto explica la magnitud del equipo paleontológico que tuvo hasta 40 técnicos.
Los trabajos de rescate y preservación de las piezas fósiles fueron realizados aplicando “cuidadosas técnicas de preservación”. A los huesos fósiles se los cubre con tela, yeso, malla metálica y cemento -una estructura de metal interna y otra externa soldada- y eso se carga mediante grúa y se traslada en camión bajo una “cama de arena”. “Ahora, continuó, la preparación técnicas de los huesos y su estudio en el laboratorio permitirá determinar a qué especie pertenecen, puntualizó.
Aniversario del Laboratorio de Dinosaurios
Fue creado el año pasado para desarrollar un nuevo polo de investigación y docencia, como laboratorio paleontológico “a la vista”. Está ubicado en el Instituto de Ciencias Básicas (ICB), unidad académica dedicada a las Ciencias Exactas y Naturales, que funciona en el Espacio de Ciencia y Tecnología.
El Director del Laboratorio, Dr. González Riga, explicó que el mismo incluye un programa de investigación, docencia, preservación patrimonial y transferencia a la sociedad.
Informó que “la investigación se desarrolla permanente desde hace varios años, desde proyectos oficiales del CONICET, la ANPCYT y la UNCuyo, para investigar dinosaurios de Mendoza y de otros lugares del país".
La función docente del Laboratorio, señaló González Riga, comprende actividades curriculares y científicas. Los fósiles sirven como material de estudio para jóvenes tesistas y pasantes del país y del extranjero, y como didáctico y de apoyo para las cátedras de Ciencias de la Tierra y Paleontología de Vertebrados (que ya se dicta en la Universidad, lo que es un notable avance para el desarrollo de esta ciencia en la región).
El Laboratorio sirve también para el desarrollo de una actividad extracurricular que es la del Laboratorio Escuela en Paleontología, en el que participan estudiantes de distintas universidades. Ellos cumplen diferentes tareas; una de ellas es la de ayudar en la preparación de los fósiles, otra es en trabajos de campo y de preservación de yacimientos, tal como el de huellas fósiles de dinosaurios en Malargüe. También participan en proyectos de investigación, en la presentación de trabajos en congresos, en exhibiciones para todo público y en la realización de réplicas. Además colaboran en el dictado de charlas y talleres para las escuelas. Tanto en las cátedras como en los cursos se implementan estrategias pedagógicas participativas, primando la experiencia en laboratorio y en terreno, en contacto directo con los huesos fósiles de dinosaurios
En ese sentido valoró el tema de la profesión ya que “implica una vocación, una pasión por la ciencia y un compromiso ético con la sociedad –en este caso la preservación cuidado de todos los restos fósiles como bienes del Estado, en el marco de la ley-; porque el profesional es alguien que, luego de una capacitación otorgada por la universidad, cumple un servicio directo a la comunidad”, expresó.