Se trata de diversos huesos fósiles del cretásico superior de 83 a 86 millones de años que pertenecieron a herbívoros de unos 24 metros de largo rigurosamente conservados a través de un procedimiento de evacuación, preservación, protección con cemento-yeso, metal y estructuras especiales de soporte que permiten trasladar en forma “intacta” los restos y la roca que los contiene.
La supervisión del operativo estuvo a cargo del paleontólogo Bernardo González Riga, -quien se desempeña como docente del ICB e investigador del Conicet- representantes de la Universidad Nacional de Cuyo, personal técnico de la Dirección de Patrimonio y Museos, organismo dependiente del Ministerio de Cultura del Gobierno de Mendoza, personal de la empresa Potasio Río Colorado y de la Consultora Knighy Piésold.
Los materiales se depositaron en el Instituto de Ciencias Básicas (ICB), unidad académica de la UNCuyo dedicada a las Ciencias Exactas y Naturales, que funciona en el Espacio de Ciencia y Tecnología donde se conformó un Área de Paleontología de Vertebrados.
Allí ya está en marcha el “Laboratorio de Dinosaurios” destinado a la investigación y conservación de estos fósiles a cargo del mencionado docente-investigador.
De acuerdo a lo que expresó Bernardo González Riga, estará conformado por cuatro áreas específicas: la investigación científica, docencia y Laboratorio, Escuela para estudiantes, Preservación patrimonial y Extensión Social.
En una próxima etapa se habilitará al público para que pueda observar detallatadamente las tareas científicas que se llevan adelante para la preservación y luego exhibición de los fósiles.
Los organismos intervinientes darán a conocer oportunamente la fecha en que este Laboratorio se podrá visitar por estudiantes e investigadores